lunes, 26 de agosto de 2013

UNA VEZ

Había una vez...Hubo una vez...Se conocieron una vez..Hablaron una vez...Se amaron una vez...Querían una vez...Tuvieron sexo una vez...Se odiaron una vez...Se reconciliaron una vez...Se necesitaron una vez. Pelearon una vez...en realidad no se cómo iniciar esta historia ni cómo explicar ese amor, en realidad no importa plasmar la historia de quienes una vez...y hoy ya no.


Gabriel Caballero Pérez



martes, 6 de agosto de 2013

BESAR Y PENSAR... PENSAR... PENSAR

- Si  te dijera que te amo ¿me creerías? -Dijo él mientras la miraba fijamente.

Ella sonrió y reclinó la cabeza hacia la izquierda como buscando el ángulo perfecto para verse en sus ojos mientras respondía lo que él tanto esperaba.

- Te creería –dijo mientras jugaba a esconder un nerviosismo que se empeñaba en mostrarse.

Él no pudo retener la sonrisa, y los ojos, antes expectantes, ahora se llenaban de un brillo único, ese brillo que sólo puede ser producto de saberse correspondido.  Aunque no era lo que ella había dicho, para él eso estaba implícito, era una especie de pacto tácito donde ella también se comprometía a amarlo a pesar de no haberlo expresado formalmente.

Pero para estar más que seguro, ya que en estos casos no se puede correr muchos riesgos,  y menos aún con la picardía que ella acostumbraba mostrar, era necesario indagar; más allá de la falta de elocuencia tan característica en los enamorados.

-Y tú… que, o como… más bien… o sea, mejor dicho… e… ¿cómo te sientes?

Ella perecía no querer responder, parecía que se había quedado jugando con su mirada o quizás eso era lo que a él le parecía ya que el silencio puede parecer eterno en esos casos. De pronto ella, más decidida  que él se acerco y le respondió con un beso, el más dulce de todos... el primero.

¿Cómo no sentirse volando?  ¿Cómo no creer que se está en las nubes? ¿Cómo no desear que ese momento se prolongue para siempre?

Pero en ese preciso instante él pensó...  – ¿será que le gusta como beso? porque ella es muy linda y seguro antes la han besado y debe haber sido alguien con más experiencia que yo…  ojalá no note que almorcé una ensalada con cebolla, porque ella parece que comiera rosas o nubes…  ¿y si no come nada? Tal vez por eso es tan delgada, tiene una figura bonita… ojalá que le gusten mis besos – los nervios y la curiosidad lo llevaron a abrir los ojos y se dio cuenta que ella tenía un ojo ligeramente entreabierto y, casi instantáneamente, recordó aquellos personajes de terror que el acostumbraba a ver en las películas, aquellos de los que tantas y tantas veces escapó cubriéndose con el cubrecama la cabeza para obligarse a dormir cuando era niño;  pero debía concentrarse - ¿Será prudente si utilizo la lengua en el primer beso? No, ella puede pensar que es muy pronto o que trato de aprovecharme de su inocencia… ¿será inocente? Porque es muy linda, las lindas no son tan inocentes o tal vez ella es la excepción de la regla o…

En ese momento, quizás también movida por la curiosidad o tal vez por el hecho de que él parecía haberse congelado, ella abrió los ojos encontrándose con una mirada fija pero perdida en pensamientos, mirada que al verse descubierta intentó, vanamente, esconderse detrás de unos párpados temblorosos. Ella no pudo aguantar la risa y explotó en una carcajada, carcajada que acompañó él, mientras se daban cuenta que en ese preciso instante  los nervios de una primera vez desaparecieron para siempre.



Álvaro Moscoso.