martes, 10 de septiembre de 2013

CÓMO OLVIDAR A TU EX NOVIO

Cuando un chico nos termina siempre es duro, sobre todo cuando no lo esperábamos. Primero, no lo podemos entender y nos preguntamos un sin fin de cosas: ¿Fuimos nosotras? ¿Qué hicimos mal? ¿Hay otra chica?

Después, nos encerramos en casa, vemos todas las películas de amores imposibles como el Titanic o el Moulin Rouge, mientras comemos kilos y kilos de helado y chocolate.

Una vez superadas estas etapas y ya sin poder llorar más, nos disponemos a salir con las amigas. Esta es una etapa peligrosa. Si somos de las que nos vamos a tomar unos traguitos para divertirnos y olvidar lo sucedido, podemos terminar haciendo una escena bochornosa de la que nunca podremos olvidarnos. Eso fue justamente lo que le pasó a Nathy.

Esa mañana ella despertó con un dolor de cabeza insoportable. Trató de hacer el conteo de todas las botellas que se tomó y de todos los cigarrillos que fumó; al final llegó a la conclusión de que fueron muchos.
Miró al rededor con un sólo ojo entreabierto: no era su cuarto. Tratando de recordar y pensando lo peor, comenzó a tocar su cuerpo y evidentemente no llevaba nada de ropa. "¡No!... ¿Con quién me fui?" pensó tratando de recordar la noche anterior, con quiénes estaba y lo que había hecho. 

Ella recordaba lo mismo que yo recuerdo de aquella noche. Salimos a bolichear. Primero fuimos a Dalí, nos tomamos varias peceras; luego fuimos a La Naranja Mecánica, donde había una guitarreada ya que era sábado; luego de varias cervezas nos fuimos a bailar a la Pepper. Como a las cuatro de la mañana, nos despedimos de las chicas y nos tomamos un taxi para mi casa. Una vez en mi cuarto, nos cambiamos de ropa y nos dormimos. 

Entonces, ¿Dónde estaba? ¿ Qué pasó entre ese momento y su despertar? Se preguntaba mientras se ponía su ropa interior que estaba en el suelo. Se puso una polera que encontró en la silla del cuarto, la cual evidenciaba que era el de un hombre. Abrió la puerta con cuidado, asomó la cabeza sin hacer ruido para ver que nadie pasara por el pasillo y comenzó a caminar por el. De a poco se fue dando cuenta que las cosas se le hacían familiares. "¡Ay, no!" pensó y entró rápidamente en la habitación que conocía muy bien. Yo aún me encontraba dormida en la cama. Tomó su ropa, su cartera y sus zapatos, se arregló rápidamente e intentó escapar sin que nadie la viera. 

Cuando salió de prisa del cuarto se topó de frente con mi hermanito menor. Él simplemente la miró de pies a cabeza y con una sonrisa de complicidad le dijo:

- Espero haberte hecho olvidar un poco a tu ex- le dio un beso y se fue para su cuarto.

Nathy quedó parada en el pasillo tratando de recordar la noche que trató de olvidar a su ex y terminó durmiendo con un chico diez años menor que ella.


Marina Cabrera